POR: KATIA DE RIVERO
Aquí estás, sentada a la orilla de tu cama, mirando a la “bolita de carne” que finalmente se ha quedado plácidamente dormida en su cuna.
Escuchas tu respiración y te das cuenta de que por primera vez en el día puedes ser consciente de ella. Una lágrima rueda por tu mejilla. Te imaginas los siguientes días, meses, años de tu vida entre pañales, mamilas y conversaciones guturales y aunque verdaderamente amas a ese pequeño bebé y has elegido deliberadamente estar presente para él, te preguntas: ¿Es todo? ¿Podré? ¿Seré capaz?
En medio de las propias dudas que emergen en ti acerca de la maternidad, es posible que también requieras contribuir al sostén de tu familia o que no quieras quedarte en un papel social único: el de madre. Y es tanto el peso de esta nueva experiencia que piensas que no es posible además trabajar, por supuesto, mucho menos emprender.
¿Cómo lograr sobrevivir y emprender?
Quizá en este momento estés pensando que solo las “supermujeres” logran sobrevivir y emprender. Todas las que lo hemos hecho, me parece, hemos pasado por momentos de duda, de mucho temor, de incertidumbre, de no saber cómo, de sentirnos perdidas y de creer que no seremos capaces.
El 87% de las personas considera el miedo al fracaso como el mayor obstáculo que les impide animarse a emprender un negocio, señala el Reporte Global de Emprendedores 2015, conocido como AGER por sus siglas en inglés.
Así que lo interesante no es si tienes miedo, lo interesante es que harás con tu miedo. ¿Dejarás que te paralice o lo transformarás en fuerza de emprendimiento? Si eliges la segunda alternativa te acompañaremos paso a paso para lograrlo.
Seamos realistas
Si bien está increíble soñar con una corporación transnacional, sería importante comenzar por el primer paso. Y te compartimos algunos consejos para que comiences a reflexionar acerca de ello.
1. La edad de tu hijo
Es completamente diferente la actividad que puedes hacer si tienes un bebé recién nacido a quien has decidido amamantar a que si tienes un crío de cuatro años que está listo para pasar algunas horas en la guardería.
Te puedo asegurar que los hijos crecen. Y a ser sincera mucho, mucho más rápido de lo que nos parece que sucede cuando se vomitan encima de nosotras, o “meten el dedo al pastel que teníamos que entregar en una hora”. Así que es importante que consideres realmente en qué momento de la crianza estás y que tiempo puedes dedicar al emprendimiento. Atender “dos bebés”, uno de carne y hueso y otro de productos y ventas, puede invitar a cualquiera a sentirme altamente incapaz.
2. Sé amable contigo misma
Emprender cuando se es mamá requiere de tener una buena construcción de sí misma. Si te cuestionas fácilmente, si eres crítica contigo, sería muy importante que primero consideres “amigarte contigo”. Puedo asegurarte de que te toparás con muchos momentos críticos: tu hijo se enfermó, la escuela pidió un trabajo de última hora, “el angelito” se fue de bruces y se rompió una mano y hay que llevarlo al hospital y tener cuidados especiales con él mientras tienes una entrega importante. La vida te sorprenderá en la cantidad de alternativas que pueden presentarse y si además de todos estos imponderables te tratas duramente solo harás que sea más complejo. Sé amable contigo misma. Ante situaciones críticas pregúntate qué necesito y atiéndelo.
3. Red de soporte
No conozco ninguna mujer/mamá que haya podido emprender exitosamente -creo que no conozco ningún ser humano, pero concentrémonos en las mujeres mamás- sin una de red soporte. Así que, si estás enojada con tu madre, es un buen momento para amistarte con ella y redescubrir desde la adultez otro tipo de relación. Tu madre está verdaderamente “loca de atar” y crees que lo anterior es imposible, pregúntate con quién cuentas: amigas, vecinas, mamás del colegio, por supuesto papá, hermanos, todos cuentan. Hazles saber tus sueños, identifica que necesitarías de ellos y cuando, comunícaselos con claridad, pregúntales si están dispuestos y si alguno dice no, no te atores, déjalo pasar y buscar al siguiente. Cuanto más sólida, cercana y clara sea tu red de soporte mayores serán tus posibilidades de sobrevivir y emprender con éxito.
4. Claridad de futuro
Es muy importante que identifiques que quieres que sea un buen resultado de este emprendimiento. La mayor parte de los emprendedores fracasa, las estadísticas hablan del 80% en el primer año, en mi experiencia porque no tienen claridad de futuro. Date unos momentos para mirar tu futuro, imagina que ya estás ahí ¿cómo es? ¿qué personas te acompañan? ¿cómo organizas tu tiempo? ¿quién cuida de tu hijo (a)? ¿por cuánto tiempo? ¿qué sucede si eres exitosa? ¿qué hace siéndolo? Date permiso de soñar y clarificar, y preguntarte que realmente quieres para ti.
Y con estas bases estaremos listas para darles forma a nuestros sueños. En este espacio será un gusto acompañarte en las diversas etapas y procesos de emprender siendo mamá.
Texto de: entrepreneur.com